El mejor ‘street style’ de 2014… con moraleja
Nos queda poco para cerrar la contraportada de este 2014 tras 52 intensas semanas… alguna se nos ha hecho eterna, cierto es, pero al final todo se resume en un suspiro. He escrito 372 post para ¡Hola!Fashion con sus más de 1000 comentarios, ¿y todo gracias a quién? A vosotros, por supuesto. En cada artículo he intentado, con innumerables instantáneas de Street Style, ayudaros a descubrir nuevas tentaciones, clásicos renovados, tendencias venideras… ¿pero sabéis qué? Al final yo he sacado mucho más en limpio de la calle de lo que os he podido mostrar a vosotros. Y es que soy de esa extraña especie que cierra el año sin recordar lo bueno ni lamentar lo malo, simplemente aprendo y continúo…
Es por eso que hoy quiero hacer una selección especial con todos aquellos momentos que han marcado el año a pie de acera, porque además de guiar estilismos, han dado lugar a gestos y actitudes dignas de señalar. Emulando aquello que nos decían en el colegio a final de curso, hoy me he preguntado ¿y qué he sacado en limpio de estos 365 días? ¿Hacéis un viaje conmigo?
La cuadratura del círculo: un año que aunque nos dejase más de una vez a cuadros, siempre hemos intentado que saliese redondo.
Nos implicamos, nos apoyamos, nos asociamos… porque, en el fondo, no somos capaces de mantenernos a raya, por mucho que los diseñadores se empeñen…
… y si una puerta se cierra, abrimos una ventana. ¡No nos importa ir contracorriente! Como dijo Frida Kahlo: “Todo se cambia, todo se mueve, todo revoluciona…”
Por mucho que haya personas que se empecinen en ello, en la vida no todo es blanco o negro…
Y es que hemos demostrado que en los días más gélidos y grises, nosotros sí sabemos poner la nota de color —aunque fuese a base de cozy coats—.
Porque a lo largo del 2014, lo único que hemos dejado que se enfríen, son nuestros coldshoulders…
Hemos asistido a auténticos revivals, porque a medida que vamos creciendo nos parecemos más a los que nos precedieron —y con mucho orgullo, soy de esas que cuando le dicen que se parece a su bisabuela, irradio felicidad—, y sea como sea, siempre mantenemos a ese niño que llevamos dentro. Petos, Converse, total denim, mom jeans, sudaderas, Mickey Mouse… ¡bienvenidos de nuevo!
A nadie le amarga un clásico, sino que se lo digan a la sempiterna camisa blanca. Somos atemporales.
Aunque jamás le decimos que no a una cara nueva, ¡es bien cierto que nos convertimos en curiosos animales sociales!
¡Nos sigue gustando correr con faldas y a lo loco! En tamaño medio, midi o cual perfectas primas ballerinas dando pasos gráciles, lo importante es no parar jamás, permanecer en movimiento.
Si es que el que espera desespera…
… y sea de la firma que sea tu calzado, lo vital es tener suficientes “botas” para cambiarse y seguir caminando. Tú eres el artífice de tu propio destino, pon la mira lejos, y continúa hasta donde éste te deje.
¿Qué buscas un atajo? El Street Style me ha enseñado que como mejor se llega a los sitios es sobre dos ruedas, ¿o no?
Pero si un día, por cualquier circunstancia, no podemos mantener el ritmo diario, nada mejor que sentarse a disfrutar de un buen libro. Así lo han llevado ellas: a cuestas.
Y es que a veces nos hace falta rebajar este ritmo frenético, observar con detenimiento y rendirnos a esos pequeños detalles que nos hacen felices.
He visto cientos de imágenes, decenas de rostros paseándose por medio mundo entre objetivo y objetivo. No importaba la procedencia, sólo el destino. Rusas, australianas, españolas, americanas, británicas… ¿quién dijo que no podamos vivir en armonía?
Nos entendemos perfectamente… ¡si todos sonreímos en el mismo idioma! Y si algo bueno tienen las instantáneas, es que siempre y constantemente perpetúan una carcajada.
En el fondo somos todo corazón…
… pura pasión llevada a la manera de ataviarnos para afrontar el día a día con nuestra mejor cara.
Y como se dice en Galicia, “¿se chove? Que chova.” —¿Si llueve? Que llueva—. Para eso están los gorros, los paraguas y algún que otro periódico improvisado…
“Porque non choveu que non escapara” – Porque nunca llovió que no escampase—. Así que, ¡desenfunda las gafas de sol!
Lo nuestro es capear el temporal. Lo llevamos en el ADN.
Al fin y al cabo, vivimos inmersos en una jungla urbana… bueno, y en un jardín, y una macedonia…
¿Que quieres decir algo? No te dejes nada en el tintero, si no te escuchan, que te lean.
Y si está lejos, no te preocupes, para eso está el móvil. De hecho, este año ha sido el de la total adicción a las nuevas tecnologías, las redes sociales, los selfies y la instantaneidad. Somos más conscientes que nunca de que nos enfrentamos a algo fugaz, y que en el fondo somos instantes…
Y sabemos que juntos este engranaje funciona mejor, sea cual sea el lazo que nos una y a quién nos ligue: compañeros de almohada, amores pasajeros, eternos romances, familiares, amigos, mascotas… Como dijo Raphael, ¿qué sabe nadie?
¿Veis? Si es que cada día aprendo algo de todos vosotros y con todos y cada uno de vosotros. Gracias por un año más junto a mí a través de estas letras y de las redes sociales. Tan cerca y a la vez tan lejos, qué paradoja… Os deseo una feliz entrada de año, más segura que nunca, de que caminaremos mucho porque el destino merecerá la pena : )
Imágenes por cortesía de 21éme, Diego Zuko y Phil Oh